Hay, como siempre, un escenario y un público. Pero esta vez no es como siempre. Pablo González Jazey está frente a un auditorio atípico (hasta ahora) para él: los alumnos del conservatorio de música de Frankfurt, Alemania. En esa clase magistral -frente a ese grupo que tal vez no conoce una palabra en español- el músico debe describir Tucumán: sus ritmos, sus variedades, sus pasiones. No usará para eso el lenguaje convencional; hablará por él la guitarra. El instrumento que lo ha llevado hasta ahí será, a la vez, su médium.

Esa es una de las escenas que describen el paso de González Jazey por Europa, adonde estuvo en diciembre para presentar Guitarra Tucumana, un programa que busca difundir y preservar obras para guitarra de autores nacidos o vinculados con nuestra provincia. La investigación, ideada y encarada por él, está plasmada en un libro de partituras y un CD, de los que se hicieron 500 copias que se vienen distribuyendo gratuitamente en conservatorios y bibliotecas de escuelas de música. Pero el proyecto -que contó con el apoyo del Fondo Nacional de las Artes y del Ente de Cultura- implica también una serie de presentaciones en las que González Jazey muestra de qué está hecha la madera compositiva local.

Desde 2008 y hasta el año pasado, esos recitales y clases magistrales se habían realizado en instituciones de varias provincias argentinas. El salto a Alemania fue especial no sólo porque es la primera vez que Guitarra Tucumana sale del país sino además porque en Frankfurt tuvo como anfitriona a Cecilia Nieva Bitterman, comprovinciana, intérprete de guitarra y vieja amiga de González Jazey. “Con Pablo tenemos una historia en común porque ambos iniciamos nuestra formación en 1987 y hemos compartido el camino. Mi marido, Thomas Bittermann, también es guitarrista y trabaja en el conservatorio; desde allí solemos organizar cursos o conciertos de músicos argentinos, y esta vez tuvimos el honor de hacerlo para Pablo”, contó Nieva, quien coincidió en Tucumán con González Jazey en las fiestas de fin de año (él reside en Buenos Aires).

“Que él fuera a tocar allá era para mí un deseo muy grande, un sueño, porque lo admiro, me encanta lo que hace. Además me parece muy valiosa la concreción de este libro con partituras de autores locales, que de otra manera no habrían llegado ni a la obra impresa ni a una difusión tan amplia. Fue una emoción muy grande estar en Frankfurt, a 13.000 kilómetros de nuestra provincia, y poder presentar a un amigo”, admitió la mujer, quien vive hace 18 años en Alemania.

Algo único

El reencuentro de los músicos no fue el único condimento emotivo de la gira europea de González Jazey (antes de tocar en Frankfurt, lo hizo en Estrasburgo, Francia). Su presentación alemana estuvo antecedida por la de Thomas Bitterman, que interpretó algunas piezas con una guitarra que pertenecía a Atahualpa Yupanqui. “Mi papá, Federico Nieva, era muy amigo de Yupanqui y recibió ese instrumento de él mismo; años después se lo regaló a mi marido. Fue muy lindo abrir así el recital”, recordó Nieva.

Pero lo más satisfactorio, coincidieron ambos, fue la respuesta del público. “Tanto en Estrasburgo como en Frankfurt muchos se acercaron para pedirme las partituras de las obras”, refirió él. “Eso es lo más importante -acotó ella-. Él tocó con un nivel tan alto que impactó a la gente y despertó su interés por el libro y el CD de Guitarra Tucumana. Es fundamental destacar que el conservatorio de Frankfurt no da cabida a cualquier artista. Sólo es posible tocar allí una vez que el director evalúa la obra a presentar y la trayectoria del artista, y da el aval para ceder la sala. Las autoridades deben cerciorarse de que el artista aporte nivel a los alumnos, y ese fue el caso de Pablo”.

Para ninguno de los dos es un misterio la razón por la que un público tan distante geográficamente de Tucumán se termina enamorando de las cuerdas locales: “hay un gran nivel compositivo en nuestra provincia, pero sobre todo una inmensa variedad de géneros -explicó González Jazey-. Pensar en la música del NOA es generalmente circunscribirse al folclore, pero la provincia tiene también jazz, rock, tango y música clásica. Eso lo convierte en algo único”.